viernes, 9 de junio de 2017

“Acta Est Fabula”, de Txtetxu Brainloster: Sabor a polvo, carretera y taberna.


Me decía Adolfo Alcocer tras entrevistar a los Pow Pow Pows que Txetxu estaba haciendo lo que a él le gusta, música con sonido a lo Tom Petty. De entrada me descolocó un poco. A Txetxu se le conoce por liderar tanto a Mermaid como a Green Manalishi y tocar con los Basque Country Pharaon, que no tienen nada que ver con el sonido de raíces americano. Tras el maravilloso concierto de los Pows en El Puerto de Santa María, Txetxu me obsequió con una copia del Cd del que me había hablado horas antes en una apasionante y a la vez triste entrevista. Apasionante porque no todos los días tienes la suerte de charlar con gente a la que admiras tanto. Y triste al percibir la evidente decepción de unos músicos sobrados de talento que no encuentran respuesta a sus trabajos. De todos ellos, quien se mostraba más pesimista era Brainloster. “Tengo un trabajo que haría un mono… pero no todos saben escribir canciones”, me contaba con desidia. “Siempre estaremos haciendo cosas”… se contestaba a sí mismo como si una fuerza creadora interior le empujara continuamente. El músico necesita crear y crear, no es una opción. Y en “Acta Est Fabula” Brainloster se ha dejado ir en un nuevo proyecto, en un tirar hacia delante sin mirar atrás. Creamos, componemos, hacemos música… es lo que hacemos. Y vaya cómo lo hace…

Acta Est Fabula” es un disco fabuloso. A pesar de cierto tono sombrío que se percibe (la propia mirada de Txetxu en la portada no invita a la alegría, al igual que el diseño del art del disco), las canciones que conforman el disco muestran un evidente viraje hacia el sonido americano, sonido clásico americano. De entrada “Quiero la cabeza de Klaus Kinski” es un vigoroso tema con aires irlandeses que se te clava en la cabeza, he estado semanas con esos acordes en mi cabeza, melodías de taberna, coros que invitan a la épica jarra en mano, todo en ella suena a la perfección. “Tengo que quemar esta casa” mantiene el vigor, con un banjo que le confiere un aire country, un estribillo pegadizo y un sonido compacto. “Tengo que quemar, tengo que olvidar…”, ahí está sin duda esa sensación de necesitar avanzar de la que hablaba antes. Con “Un poco de acción” se acerca hacia el power pop con otro tema pegadizo, es increíble la mano para crear melodías así, esos coros que aparecen por todo el trabajo me parecen de una brillantez absoluta. Otra canción para escuchar para salir de fiesta con los amigos, sin duda. Y es que bajo ese manto de cierta tristeza,  “Acta Est Fabula” subyace la esencia festiva del rock and roll. “Mañana como hoy” es un tema épico, otro de los que te atrapan desde el primer momento, de nuevo con un sonido muy clásico (de hecho muchas canciones de este disco suenan a clásico desde la primera escucha), un sonido que maneja a la perfección Brainloster. Más adelante nos encontramos con uno de mis temas favoritos, “El cerco”, un blues rural casi asfixiante con un maravilloso juego de guitarras donde un slide sobrevuela dotándola de un aroma a carretera y a polvo, absolutamente magistral. Como todo el disco. Un trabajo que debería estar sonando en todos los reproductores de este país.

 “Nadie parece enterarse, así que uno termina dudando de su arte”. No lo hagas. Jamás.


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