La intensidad en la música, en el rock, como en la vida misma, debería ser un axioma inviolable. Cada paso que des, lo debes dar como si fuera el último. Cada palabra que grites, eleva la voz como si solo quedase un último ser vivo por escucharte. Cada nota, cada abrazo, cada te quiero, como si fuera el último. La intensidad es el alma de la vida. Uno con la edad aprende que cada minuto que no vives como si fuera el último, es un minuto perdido. En la música, en el rock, disfrutamos demasiadas veces de posturas fingidas, sentimientos diseñados y emociones prefabricadas. Y sin embargo de un tiempo a esta parte en el sur español surgen francotiradores de la intensidad, del sentimiento hecho canción. Gente como Guadalupe Plata o, especialmente (y de qué manera), Don Andrés Herrera, Pájaro. O Furia Trinidad. Su nuevo trabajo, “She and the sunshine”, les ha hecho dar un paso adelante. Al igual que Martina crece con cada portada en la que aparece, la música de Furia Trinidad sigue creciendo, añadiendo matices, con nuevas sonoridades, pero, y esto es lo más importante, manteniendo algo que les hace únicos: Suenan a ellos mismos. En este nuevo trabajo elevan el nivel de sus composiciones (“She and the sunshine”, la canción, es una obra sublime), y a la vez han sabido aderezarlas con un “ir más allá” que nos deja completamente exhaustos, como si nos obligaran a cruzar con ellos de la mano ese desierto imaginario del que se impregna su música. Coros de niños en "The Morning after", vientos fronterizos en "Mary Ann’s funeral", la belleza de la sencillez en "Radio Corporation of America" (mi canción favorita del disco)… la paleta sonora que nos han regalado es tan extensa como intensa (la intensidad de nuevo), es imposible no sentir el viento abrasador en la trompeta de Mary Ann’s, no puedes evitar sentirte atrapado en la hipnótica "Leave you tonight", dejarte arrastrar por el ímpetu de "Red Blood", sentirte en New Orleans con ese inicio a lo Treme, o sentir el caos psicodélico de "Feeling Alone", impagables las imágenes de la banda en la sala Sol interpretándola con un Goli completamente imbuido en su papel de chamán iniciático del ritual de Furia Trinidad.
Un trabajo inmenso, de fuego lento, no esperéis que entre a la primera, al igual que los viejos vinos, necesita respirar en tu subconsciente, necesita liberar los sabores a cine antiguo, a carretera polvorienta, a desierto, a tequila… Como decía, la intensidad en el rock, como en la vida, debería ser un axioma inviolable. Furia Trinidad lo saben.
Ayer mismo actuaron en el programa de Buenafuente, Late motiv. Y obviamente, arrasaron.
Aquí podéis escuchar "She and the sunshine".
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