sábado, 31 de octubre de 2015

Semana Shannon Hoon V: "Soup: Una obra repleta de magia", por Raúl Guerrero.


Cerramos esta semana de homenaje a Shannon Hoon y a Blind Melon, Para hacerlo hemos contado con la inestimable colaboración de Raúl, cantante y guitarrista de Bourbon, que nos explica qué significa Soup en su vida.

Justo antes de empezar a escribir este texto, he cogido mi copia de Soup (1994, Capitol Records) y le he dado al play para ponerme en situación. Bueno, acaba de terminar Lemonade, ahora sí estoy en condiciones de escribir, o eso creo. Es imposible abstraerse del viaje emocional al que me somete este disco cada vez que lo pincho, es sonar la intro de Galaxie y sentirme como en casa. No se puede hacer otra cosa mientras suena. Soup hay que cantarlo, hay que vivirlo. A pesar de la tristeza que transmiten algunas de sus letras es un disco que siempre me ha transmitido buenas vibraciones.

Recuerdo que en el debut había sonado mucho en casa a mitad de los noventa, pero el día que escuchamos Soup por primera vez (cortesía, como de costumbre, de las visitas de mi hermano a Sevilla Rock) todos nos quedamos en estado de shock. Las coordenadas eran prácticamente las mismas: Canciones como soles, y una voz de otro mundo, capaz de arañarte las entrañas o sacarte una sonrisa cuando menos te lo esperas.

Blind Melon fueron una banda completamente distinta a todas las de su época, no tenían nada que ver con las bandas de Seattle, ni con nada que sonase alternativo. Estaban más cerca de los Screaming Cheetah Wheelies de la época del Magnolia o de los Blues Traveler del Four y el Straight On Till The Morning. Bandas todas ellas ajenas a todo el movimiento Grunge y cercanas en espíritu a las grandes bandas americanas de los setenta. Se respira un enorme respeto por el folk, por Grateful Dead, por Led Zeppelin


Una de las cosas que más me fascinan de Soup es el trabajo de guitarras de Roger Stevens y Christopher Thorn, navegando a sus anchas durante todo el disco. Hay veces que cuesta seguirles la pista y distinguirlos, son capaces de crear líneas completamente diferentes y empastarlas a la perfección. Sutiles, desgarradoras, juguetonas. 2X4 es un ejemplo perfecto de ello. Un trabajo descomunal.

Y qué decir de Shannon Hoon. A quien no conozca Blind Melon le recomiendo que escuche el tramo final de Toes Across The Floor. Pocas piezas desprenden tanta pasión, tanto drama, casi se pueden escuchar sus llantos mientras suena aquello de: Oh then maybe the hunter's dog called God could be my friend in time…

La capacidad que tenía para componer melodías desgarradoras era completamente asombrosa. Walk, Skinned, New Life, Vernie, Mouthful Of Cavities…es inútil, habría que citar todos y cada uno de los cortes que componen el álbum.

Ya ha dado otra vez la vuelta el disco y suena Car Seat (God’s Present). No tengo ni idea de cuántas veces he escuchado Soup, fácil que sea uno de los dos o tres discos que más he oído en mi vida, pero siempre me sorprende con detalles en los que nunca había reparado.

Una obra repleta de magia, uno de los mejores discos que se hayan hecho jamás.

 

viernes, 30 de octubre de 2015

Semana Shannon Hoon IV: "Dayton, Indiana", por Jony.

 

Un gran amigo nuestro ha decidido aportar su pequeño homenaje a Shannon y lo hace de forma muy especial. Jonatan martínez, Jony, nos comenta su relación con Blind Melon y nos deja ver las imágenes de su visita a la tumba de Shannon.


Que levante la mano el que escuchara antes "Soup" que el primer disco de Blind Melon... No veo muchos brazos levantados en la sala... Debo ser yo el raro... Pues sí, gentes de bien, uno, que nunca tuvo MTV, ni amigos que compartieran el gusto por la buena música... Una isla desierta... Un atolón más bien diría yo, entre la exuberancia musical de los años 90. 

Y he de reconocer que su segundo álbum, no fue una puerta fácil, un disco maravilloso, angustioso a ratos diría yo, imbuido por el espíritu de la ciudad donde fue grabado, New Orleans, pero nada complaciente. De hecho, recuerdo que fue uno de los primeros CDs que compré, cuando las cintas fueron dejando paso a los "compacts", y yo quemaba el pequeño equipo de música, que junto a una cazadora vaquera fueron mis dos compras con el primer sueldo de mi trabajo veraniego.

Y aún así, adorando "Soup", y contando con el factor emotivo del primer amor, he de decir, que yo, soy del primero, un disco de esos a los que vuelves SIEMPRE, como "Sweet Oblivion", "Heaven tonight" o "Car wheels on a gravel road"... Con decir que la letra de "Change" la llevé durante años escrita de puño y letra en un pequeño papelito dentro de mi cartera, creo que queda todo dicho.

Por eso, cuando el año pasado surgió la oportunidad de visitar el lugar donde descansará para siempre el cuerpo de Shannon, no la dejé escapar. Habíamos viajado a Indianapolis a ver, el que acabaría siendo mi concierto favorito del año, Nicki Bluhm y sus maravillosos Gramblers, y al día siguiente, hice que mis amigos Ángela y Joe se comprometieran a parar en el cementerio de Dayton, junto a Lafayette, en nuestro camino de vuelta a Chicago


Fue muy emocionante, sonaba su primer disco cuando llegamos, el día acompañaba, precioso y radiante, y yo junto a tres de las personas a las que más quiero en este mundo. También fue especial para Joe, que creció en Indiana y que me contaba que lo de Axl le había pillado demasiado joven, pero justo cuando Blind Melon explotaron en USA, era cuando él empezaba su experiencia musical a un nivel semiprofesional, y que ver como alguien "de los suyos" lograba triunfar fue una gran motivación para seguir adelante. Allí estuvimos un rato, meditando y rindiendo tributo a Shannon, tomamos varias fotos y tomamos el camino de vuelta a la ciudad.

Jony.

  

jueves, 29 de octubre de 2015

Semana Shannon Hoon III: "Uno de los nuestros", por Disgustipado.



Seguimos con nuestro particular homenaje en recuerdo de la figura de Shannon Hoon y sus Blind Melon. Primero desde Madrid, luego Jerez... ahora viajamos a Bilbao para que nuestro viejo amigo Disgustipado nos cuente qué tanto han significado y significan Blind Melon en su vida.


Es difícil, muy difícil, intentar explicar con palabras las sensaciones que te nacen de tan dentro y que te llevan acompañando tantos años…

Ser adolescente durante  los años  finales de los 80 y los primeros 90 fue sin duda un gran momento musical para vivir. Esos 6-8 años  en los que el rock alcanzó un reconocimiento masivo y en muchos casos se mezcló con el mainstream y donde era relativamente fácil escuchar música y ver vídeos rockeros en todas partes. Y en esas estábamos, en esa época en la que la información que conseguíamos de los grupos que nos gustaban la conseguíamos con cuentagotas y generalmente gracias a la prensa especializada. Todo esto conseguía que las ansias por escuchar el nuevo disco de nuestros grupos favoritos o un disco de debut de un grupo desconocido fueran descomunales. Y una vez que lo conseguías… ay… entonces tenías horas y horas de obsesión: analizar el artwork desde la tienda donde lo comprabas hasta llegar a casa, leer las letras, incluso los agradecimientos… y luego escuchar el disco una y otra vez, una y otra vez, hasta empaparte de cada nota.




Esa liturgia me acompañó con los dos primeros discos de Blind Melon. Un grupo de nombre horrible y con la portada del primer disco cutre (esos hechos extramusicales que tanto nos podían obsesionar hace más de 20 años) que me enamoraron desde la primera escucha. Un flechazo total. Las referencias eran pocas y confusas: el cantante era amigo de Axl (que en cierta manera les había apadrinado por ser ambos del mismo pueblo en Indiana), estaban pegando bastante fuerte en USA con un ridículo video de una niña abejita, era un buen disco de debut  y poco más. 




Así que me acerqué a la tienda de discos y lo compré. Como tantas otras veces, sin haber oído ni 10 segundos de una canción, tan solo por referencias o recomendaciones. ¿Y qué consigo? Una portada fea, un artwork ramplón… bueno, al menos se podían leer las letras de las canciones. Llego a casa con el disco, con muchas ganas (¿nadie recuerda esos nervios antes de escuchar un disco por primera vez?), suena Soak the sin…y hasta Time, la última canción, entro en una especie de trance, en un ensoñamiento. Click. Algún resorte se activa en mi cerebro y hasta hoy nada ha conseguido desconectarlo. Amor para siempre. Una sensación de que ellos eran de los míos, que Shannon era un colega. ¿O no era una sensación y era la realidad?



Pasan los días, las semanas y los meses y las escuchas no paran. Blind Melon han venido para quedarse. Son esa clase de grupos especiales, que no tienen un reconocimiento masivo (el que realmente se merecerían), una especie de secreto bien guardado, un grupo que sabes que no te va a defraudar, un grupo diferente… Un grupo del calibre de Redd Kross, o Afghan Whigs, o Screaming Cheetah´Wheelies, o Screaming Trees, o Fun Lovin´Criminals, o Kyuss, etc... Ese tipo de grupos. Especiales. Diferentes. Nuestros.

Y las noticias se suceden: crónicas de conciertos de una banda solidísima (porque Blind Melon nunca fueron Shannon Hoon y sus secuaces), las anécdotas divertidas de Shannon (en una gira teloneando a GNR, durante un set acústico de GNR sale desnudo y con un casco de vikingo llevando una pizza al grupo y termina tocando los bongos),  los escarceos cada vez más serios con la droga, más tarde el tremendísimo concierto de Woodstock (no hay palabras para describir la presencia escénica de Shannon y su ética de escenario)... 

Y luego el esperadísimo segundo disco, tan difícil, con el que tantos no cumplen lo esperado… Pero Blind Melon si que cumplen, vaya si cumplen! Y con creces. Respecto al disco de debut  Soup mejora mucho la portada y el artwork está más cuidado, cosa que los mitómanos agradecemos. En el tema estrictamente musical  no hay la inmediatez del primer disco, esa frescura, pero el grupo ha crecido para bien, y eso se nota en cada segundo del disco.

Blind Melon tienen ese estilo clásico a lo Pearl Jam pero también el toque inclasificable a lo Jane´s Addiction. Y un vocalista de primerísima línea, con una voz tan bonita, personal y que transmite tanto… Pero todo se truncó hace 20 años con una sobredosis. Aún recuerdo la sensación de vacío, la tristeza, la perplejidad… ¿Muerto? ¿Shannon? ¿Por qué? Si aún tenía mucho que dar, muchos grandes discos por sacar, muchos conciertos en los que cantar…

Estoy convencido de que Blind Melon terminó abruptamente y su carrera no había hecho más que despegar. Tenían mucho margen hasta llegar a su techo. Al menos 2 o 3 discos brillantísimos más. 

Pero ahí están Time, Mouthful of cavities o Soul one. Para siempre. Grabadas a fuego en mi corazón. 

Hasta siempre Shannon, amigo!

Ser adolescente y con gustos rockeros a finales de los 80 y primeros 90 no era nada fácil. En poco tiempo tuvimos que despedirnos de Shannon, y de Layne, y de Kurt, y de Jeff
Disgustipado

 

martes, 27 de octubre de 2015

Semana Shannon Hoon II: "I’m only want to be sixteen… and free", por javistone.


Blind Melon, ufff… son palabras mayores. Ha habido muchos músicos que han significado mucho para mí, muchos que en estos cuarenta años me han acompañado en los buenos y en los malos momentos y que de alguna forma has sentido más cerca que a mucha gente que estaba alrededor. Pero, luego, hay otros que sientes que son parte de ti, que cuando los escuchabas tenías la sensación de que te estaban cantando exclusivamente a ti. Blind Melon es uno de esos pocos ejemplos de lo que hablo. E inevitablemente al hablar de Blind Melon la figura de Shannon emerge con diáfana claridad. Alguien como él no podía pasar inadvertido y a fe que no lo hizo.

Conservo la imagen de la adquisición de algunos discos que han sido importantes en mi
vida, Rattle & Hum, Southern harmony de los Crowes… y el primero de los Melon. No rain sonaba incluso en una ciudad perdida del ruido mediático internacional, donde la Mtv era el excitante hervidero donde se cocía prácticamente todo en aquellos momentos, una especie de CBGB mediático. Tras escucharla un par de veces en Radio 3 decidí hacerme con el disco y una tarde de noviembre del 94 me fui a la sección de discos de El Corte Inglés, la única forma de hacerse con discos por aquella época. Precios abusivos pero material disponible. Todo el mundo estaba enganchadísimo con Nirvana o Pearl Jam (yo el primero), pero No rain me había sonado demasiado bien y demasiado distinto como para no lanzarme a por ellos. Por aquel entonces comprarse un disco era toda una experiencia, a poco que el disco te enganchara se convertía prácticamente en tu banda sonora exclusiva durante una semana, de forma que conseguías empaparte de él, de cada detalle, de cada sentimiento plasmado a través de cada nota. Recuerdo igualmente la reseña que César Martín hizo del disco, lo definía como una mezcla entre Jane's Addiction y Edie Brickell & New Bohemians. No iba desencaminado César, el sonido de aquella panda de hippies era muy particular, muy personal, el sonido inevitablemente 90’s se recreaba en cierta locura rítmica (lo cual ya les distanciaba del resto de bandas del momento, mucho más pesadas) y en unos pasajes marcadamente 60’s. El video de No rain en todo caso no era fiel reflejo del conjunto del disco, no era una banda “happy-flower” precisamente, hay mucho dramatismo en sus canciones, Shannon conseguía dotarlas de un nivel interpretativo superlativo, y es que la personalidad de Hoon sobresale en cada recoveco de la obra. Una forma de cantar casi infantil, por la forma de jugar con la melodía,  y sin embargo con una fuerza y una intensidad poco habitual en alguien tan joven. Y es que a pesar de su aspecto tan jovial, tan hippy, los diablos se llevan siempre en el interior. Tan pronto como comenzaba con Soak de the sin Shannon ya se ha hecho cargo de todo. Tones of home suena igual que la primera vez, Time te agarra de las entrañas ("...and it's time to go..." esa letra... siempre he creído que esa canción sería mi elección en mi propio funeral), Change mantiene la misma frescura… “I’m only want to be sixteen… and free”. Esa fuerza y esa dulzura en la música de Blind Melon personificada perfectamente por la complicada personalidad de Shannon nos atrapó a muchos al instante. Me hice fan desde la primera escucha, cómo negarse a algo así… 


Posteriormente vino “Soup”, que abría un maravilloso camino hacia sonidos igualmente excitantes, profundizando en un tamiz que bebía ahora más de Nueva Orleans que de Grateful Dead. Un disco soberbio, una banda sin techo, pero un líder a punto de estallar. Volvemos a los recuerdos. Un mediodía de finales de octubre en casa de mis padres sentado en el sillón de la izquierda de la tv, el programa musical diario de canal plus intercalaba los videos con las noticas. Salió de fondo el video de Galaxie y la chica anunciaba sin mayor emoción que el cantante de Blind Melon había aparecido muerto en su autobús de gira por una sobredosis. Desde entonces cada vez que veo esas tonalidades azules y rojas del video me envuelve la misma sensación de angustia que sentí aquel día. No podía ser, no podía ser… estaban en la rampa de salida de algo grande, estaban llamados a perdurar durante décadas… pero no. Shannon como tantas estrellas tenía como destino a brillar con la intensidad de lo fugaz, nos había hecho felices y se fue. Desde entonces somos muchos que lo recordamos continuamente, con profunda nostalgia y sentida admiración. Luego fue llegando material extra, algunos maravillosos como Nico, y otros maravillosos y extremadamente duros, como ese concierto de Woodstock, en la que Shannon parecía un ángel recién caído, ido, eléctrico, doliente, místico… Luego nos enteramos que ese día había recaído en su adicción tras tres meses intentando mantenerse limpio. Es duro pensar en cuánto talento se han llevado por delante las putas drogas.

 

Han pasado 20 años y Shannon sigue ahí, con nosotros, con esa sonrisa y esa vitalidad. Realmente nunca se ha ido. Hace unos días me encontré por casualidad el perfil de facebook de la madre de Shannon y desde entonces he dudado en saludarla. Quién sabe, algún día lo haga. Le daría las gracias por haber traído a Shannon al mundo e intentaría, posiblemente sin conseguirlo, explicarle qué tan importante ha sido su hijo, nacido en Lafayette, en la vida de un tipo del sur español.

  

lunes, 26 de octubre de 2015

Semana Shannon Hoon I: "El tesoro de Shannon", por Jorge Sánchez.

Hace veinte años que nos dejó Shannon Hoon y hemos decidido rendirle un humilde homenaje entre algunos amigos. Durante esta semana aparecerán algunos artículos de fans que querrán rendirle el homenaje que se merece.


Hablar de Blind Melon es hablar de una banda escondida en el pasado de la historia de la música. Muchos diréis que no es así, que escuchasteis alguno de sus discos la semana pasada, pero dejadme que os explique que desgraciadamente eso no es suficiente para cambiar su situación.

Parad a alguien en cualquier calle y dudo que una de cada veinte sepa deciros quién es Blind Melon o Shannon hoy. Y eso creedme que es muy triste. Ya sé que me diréis que mejor así. Que para que queremos ver camisetas con la cara de  Shannon o con la niña abeja y yo os lo voy a exponer en dos palabras: JUSTICIA MUSICAL.

Shannon y Blind Melon, imposible hablar de uno sin el otro, merecerían mucho más de lo que la música les ha dado. Siempre que pensado que más que bandas y carreras, he sido siempre más seguidor de periodos determinados de bandas. La carrera entre Superjudge y Powertrip en el caso de Monster Magnet, la carrera entre Badmotorfinger y Superunknown en el caso de Soundgarden la carrera de Nothing’s shoking y ritual en el caso de Jane’s Addiction.


 
En el caso de Alice in Chains, Nirvana y Blind Melon, el tema está claro. Las carreras completas son absolutamente inigualables. De Blind Melon hablamos solamente de menos de 3 años de carrera… Pero vaya 3 años.

Desde que Shannon saliera en el video de Don’t cry, pasando por cuando sacaron su maravilloso disco de debut  hasta que Shannon nos dejo paso realmente poco tiempo pero lo suficiente para que nos diéramos cuenta de que estábamos ante una de la mejores banda de la historia. A la altura de unos Led Zeppelin o de precisamente unos nirvana… En mi ranking personal pondría el debut de Blind Melon junto a Nevermind y Nothing’s shoking como mis tres discos favoritos de la historia. Ya sé que muchos pensáis que Soup es mejor, y siempre ha sido una discusión curiosa porque pocos argumentos os podrían poner en contra y también me parece maravilloso. Pero la relación que establecí con ese primer disco fue siempre muy especial. Desde el momento en el que lo escuche por primera vez completo y curiosamente no entendí nada hasta que con el tiempo se convirtió en el disco que me pongo cada vez que tienes un mal día.

  

Un disco que empieza con esa maravilla que se llama Soak the sin… comprándote zapatos nuevos porque los que tienes están usados y te hundes. Como te alegra el día. Cada vez que escucho este tema te olvidas de todos los problemas y te hace cambiar la forma de ver las cosas. Es algo terapéutico. Sigue su primer mini-éxito Tones of home que curiosamente paso inadvertido comercialmente. Un tema que ha crecido desde el primer día que sonó. El disco va de canción clásica en canción memorable. Me paro en Dear old dad… que da ganas de levantarte un soltar rabia. Deserted comienza tranquila pero se convierte en otro trallazo lleno de matices. Esa voz que va a todas partes y que no podrá nunca igualarse. El disco acaba con Drive, tema tranquilo que te deja descansar después de la tormenta, con ese toque rural que recorre todo el disco y que les llego a ser definidos como rock sureño… Algo absolutamente ridículo.

Soup no se queda muy atrás… Muchos duran que al contrario, va muchos más lejos. Música igual de maravillosa aunque ciertamente no tan positiva en mi opinión. Pasamos de canciones animadas a la etapa más dura, más sorprendente, más trágica finalmente. Ver un video como Galaxy en el que sabes que Shannon estaba perdiendo completamente la cabeza por el tema de las drogas y golpeaba el coche como si a vida se le fuera en ello no es una experiencia que quiera sufrir demasiadas veces. Y es un tema que me encanta, pero que tras conocer en qué situación se crearon y por la que estaba pasando la banda, hacen que disfrutarlos sea más difícil. 2x4 es otro tema que te ayuda a ver los problemas por los que pasaba la banda mientras te ofrecían otro pedazo de tema de rock and roll absolutamente inclasificable. Al igual que unos Alice in chains sus cantantes eran capaces de grabar absolutas maravillas a pesar de su estado.

De este disco siempre disfrute de Mouthfool of cavities donde Shannon mezcla su voz con una fan dando un toque celestial al tema y que quizás sea lo más positivo del disco aunque siempre con ese toque melancólico. El nivel del disco es brutal también… No hay ningún tema que sobre. De hecho el magnífico Soup que daba nombre al disco ni siquiera entro.

Después llegaría el también maravilloso tercer disco del que destacaría ese comienzo con la versión The pusher que por supuesto suena a música celestial, Shannon con la voz maravillosa de siempre. Escuchas Soup y no entiendes cómo se pudo quedar fuera de ese disco. Pero es que poco después viene Soul one. Quizás el tema con más elegancia, mas esclarecedor de su carrera. Lo tiene todo. Melodía. La voz de los dioses. Mi cielo seria ese. Shannon cantando este tema mientras llegas…

Y otro artefacto curioso que es ese mensaje de los que dejaba Shannon en el contestador automático de otro miembro. Letters from a porcupine que darían nombre al maravilloso documental con el mismo nombre. Cosas como esas hacen ver que estabas ante un artista muy real. Demasiado, quizás.
La calidad de la grabación es paupérrima pero al contrario que con el resto del disco  en general se ve una actitud mucho mas positiva.

En video tampoco se quedan cortos. Hay 2 videos que destacan que son su actuación en Woodstock. Shannon hasta arriba de tripis y con el vestido de su novia demuestra al mundo que puede hacer un show de masas mientras pierde totalmente la cabeza… Curiosamente después de ese momento álgido, esta una recaída en las drogas que poco después la llevara hasta la muerte. En Live at the metro podemos quizás disfrutar del mejor Shannon. Reflexivo y en un aparente mejor estado, Hace quizás el mejor repaso a su carrera. Se le nota más triste que de costumbre pero nadie sabe qué pasará por su cabeza en ese momento.

Los otros miembros ya contaron cómo fueron sus últimas horas drogándose por las calles de Nueva Orleans los tres meses del nacimiento de su hija. Un final muy triste para uno de los más grandes talentos de la historia que nadie sabe por qué ha pasado con más pena que gloria.

Y después de este repaso. Espero que me déis la razón. Esta banda merece una atención que nunca ha tenido pero que siempre mereció. Merece que los mencionemos cada vez que podamos para que los que no escucharon en su día o no tuvieron la ocasión de cruzarse en sus vidas lo hagan. Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad. Y descubrir a Shannon merece la pena desde luego.

  

viernes, 23 de octubre de 2015

El rumor se ha confirmado...091 regresan.



He intentado pensar en un título original, pero realmente poco se puede hacer para sacarle brillo a una noticia brillante por sí misma. Sí amigos... lo que era un rumor creciente parece que se va confirmando. Y digo "parece que se va confirmando" porque aún no hay comunicado oficial (ni de ningún otro tipo) de los implicados. Pero en algún que otro medio ya se da por hecho y en los mentideros de las redes sociales (llamadme freak, pero estoy en un grupo de facebook que se llama "Queremos que regresen 091" que está al tanto de todos los rumores) no se tiene ninguna duda acerca del regreso de los granadinos. Es más, parece que la idea es hacer una gira por el territorio nacional celebrando los 20 años de la separación de la banda.


Lo recuerdo perfectamente, como si hubiese sido ayer. Yo tenía 19 años por aquel entonces y 091 eran parte de mi banda sonora desde hacía mucho tiempo, los había visto un par de veces, pero allí estaba yo sólo en IFECA, en Jerez, para despedirlos. Se había anunciado que se separaban, la sensación que se tenía era por agotamiento, el hartazgo de ver que los trenes pasaban y ninguno se paraba para dejarles subir. Recuerdo con nítidez que antes tocaban Navajita plateá (!!), y lo que debía ser una simple media hora de tortura se convirtió en una hora, detalle sin mayor trascendencia si no fuera porque cuando estábamos en pleno éxtasis Jose Antonio García comentaba incrédulo que la actuación se debía acabar porque acababa de llegar la policía con la clara intención de obligarles a finalizar (triste forma de despedirse de una ciudad que les dió tanto), ya que se estaban pasando del horario permitido. Entonces juré odio enterno a Navajita plateá, jerezanos precisamente. Al cantante, o lo que queda de él, lo veo muchas veces desayunando en el mismo sitio donde voy todas las mañanas, ya que mi trabajo está cerca del famoso barrio de Santiago, y a veces, solo a veces, siento la necesidad de echarle en cara esa media hora que nos quitaron de disfrutar de 091. Porque sí, amigos... recuerdo perfectamente como si hubiera sido ayer que cuando tocaban las últimas notas de la última canción, cuando Jose Antonio García daba las gracias, una sensación de tristeza se apoderó de mí pensando que nunca volvería a verlos en directo. Pero se acabó... 20 años después podré decir que recuperaré esa media hora de magia.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Reseña de "Devastación", de Bourbon.



Difícil enfrentarte a la grabación de tu segundo disco. Normalmente en el primero se han invertido todos los esfuerzos desde el primer día, las canciones e ideas se acumulan durante meses o incluso años hasta llegar al estudio de grabación. Sin embargo en el segundo hay que partir casi de cero y cerrar el trabajo en un tiempo reducido. Bourbon consiguieron publicar un primer trabajo fantástico, un nivel superlativo para una formación descomunal. Sonido fuerte, rocoso, con unas composiciones que rayaban a gran altura por regla general y donde algunas rozaban la perfección. Difícil era siquiera igualar el nivel de aquel “Fango”.

El “problema” es que… lo han superado. Y mucho. Si en aquel había un sonido fuerte y compacto con dos/tres canciones sublimes, aquí todo va más allá. Como me comentaba Raúl hace unas semanas, de forma consciente o no sus composiciones han girado hacia un sonido más profundo, hacia una complejidad de matices en detrimento de la dureza del debut. No han perdido fuerza, no… la aprovechan mejor. La fuerza no está en gritar más y más alto, sino en saber cómo y cuándo golpear. La crudeza de sus canciones sigue ahí, intacta, la calidad de las composiciones sube escalones (sí, parece ser que eso era posible) y nos dejan completamente KO con temas como "Contra el cristal" ó "Escrito en la pared" (composiciones con unas melodías sublimes), "Sol" (los Bourbon más 70’s siguen ahí), "Confesiones", donde se manifiesta perfectamente lo que digo, los arreglos pop, guitarras con aires folk 60’s fundiéndose con "Una cuestión personal"  que te deja extenuado, unas melodías envolventes y unos riffs hipnóticos.

Pero si crees que con esto el disco ya sería de por sí altamente recomendable, nos hemos dejado lo mejor para el final, dos canciones que no compone cualquiera, de esas que hacen que un trabajo vaya ineludiblemente a otro nivel, lo que demuestra que el futuro de esta gente no tiene más límites que los que ellos mismos decidan ponerse: "Te esperaré" y "Devastación" son posiblemente de las mejores canciones que he escuchado en mucho tiempo. "Te esperaré" es pura hipnosis catártica, la belleza absoluta hecha canción, hipnótica, hiriente, áspera, brillante, es el puto talento en su expresión máxima, es imposible superar algo así. Después de dos semanas reproduciéndola compulsivamente a día de hoy continúa desarmándome a cada escucha, es comenzar el melotrón y ya no hay vuelta atrás, los Bourbon más brillantes (y eso es decir mucho) y más épicos con un Raúl agarrándote de las entrañas. 

Y si con "Te esperaré" Bourbon alcanzan un nivel insuperable, con "Devastación" se convierten definitivamente en banda grande, con una composición sublime, excesiva e intensa, con Jony y Asier (The Soulbreaker Company) aportando dramatismo, donde los Jane's Addiction e incluso Tool sobrevuelan dándole a una canción que aparenta calma la fuerza del caos y, haciendo honor al título de canción y disco, te deja completamente devastado. 

Realmente algo más que un disco, “Devastación” es LA VIDA.


Escuchar "Devastación" en Bandcamp.