Poca broma... menudo disco acaba de caer en mis manos. El bueno de Juanjo (Búnker Sónico), me pasó una serie de discos, todos extranjeros (y de distinto pelaje) menos uno, There's a Man with a Gun Over There, de una banda llamada Niño y Pistola. Y de todos, el disco de esta banda gallega ha sido el único que me ha dejado completamente KO. Hacía tiempo que no disfrutaba de algo tan exageradamente grande como este disco, una colección de canciones que te transportan con sedosa sutileza a una época que apenas existe en el imaginario colectivo y a un sitio que nunca existió más que en nuestros sueños, sonido americano que bebe de los grandes colosos del folk de los 60's, sin duda los nombres de Neil Young y The Band revolotean sin tapujos entre las notas de cada tema.
Nada sobra aquí. Si comienzas con Deep in the fall y te dejas embriagar por algo tan sencillo (y tan complicado de encontrar) como es la magia, sabes que un viaje sin igual va a comenzar, inicio grande de disco grande de banda superlativa. Poco a poco te va llevando y meciendo con dulzura para no abandonarte, una comunión sonora solo a la altura de unos pocos agraciados. Pinceladas más rocosas suceden a este comienzo insuperable, en Fifty dollars in my hand se dejan llevar por el rock 60's con un tapiz de modernismo igual de atrayente, mientras que en By the grace of god pisan el acelerador en un vertiginoso ejercicio de estilo. Pero amigos, en cuanto aparecen los primeros acordes And the rain started el cielo se ve a pocos centimetros de tu mano, dios... qué canción... El hecho de que suene a The Weight no le resta magnificiencia a una composición grandiosa, llevándote de nuevo a un imaginario del que no quieres salir nunca. Señores, amigos... la magia es ESTO.
Nada sobra aquí. Si comienzas con Deep in the fall y te dejas embriagar por algo tan sencillo (y tan complicado de encontrar) como es la magia, sabes que un viaje sin igual va a comenzar, inicio grande de disco grande de banda superlativa. Poco a poco te va llevando y meciendo con dulzura para no abandonarte, una comunión sonora solo a la altura de unos pocos agraciados. Pinceladas más rocosas suceden a este comienzo insuperable, en Fifty dollars in my hand se dejan llevar por el rock 60's con un tapiz de modernismo igual de atrayente, mientras que en By the grace of god pisan el acelerador en un vertiginoso ejercicio de estilo. Pero amigos, en cuanto aparecen los primeros acordes And the rain started el cielo se ve a pocos centimetros de tu mano, dios... qué canción... El hecho de que suene a The Weight no le resta magnificiencia a una composición grandiosa, llevándote de nuevo a un imaginario del que no quieres salir nunca. Señores, amigos... la magia es ESTO.
No queda ahí la cosa, Indian song de nuevo juega contigo como si estuvieras en el porche de una vieja casa del sur americano, no puedo evitar caer en el tópico de "si esta canción fuera de un tipo de New Orleans..." porque decididamente apesta a raíces americanas, a polvo, naturaleza y carretera, mucha carretera. No puedo tampoco comentar que terminar un disco ya de por sí sublime con We've had enough (Ya hemos tenido suficiente) que sin duda te lleva de la mano de Neil Young con sus Crazy Horse para efectivamente decirte que nosotros no hemos tenido suficiente, que queremos más.
Gracias a la banda por esos momentos de magia. Tan sencilla, tan complicada, tan necesaria.