Estoy escuchando a Leonar Cohen, estoy intentando escribir algo con un mínimo de sentido, pero, digamos... es complicado. Inés, preciosa niña que llegó el 4 de marzo se fué hoy. Cualquier percepción del dolor que podáis imaginaros es NADA comparado con lo que siento ahora mismo. Gracias a la cantidad de alcohol que llevo encima puedo mitigarlo un poco pero, amigos, os deseo de todo corazón que JAMÁS paséis por algo parecido.
Esto es solo para recordaros que disfrutéis de cada segundo que tengáis de felicidad a vuestro alcance, porque, creedme, es efímero. Y aún así, cada uno de ellos es inimitable. Disfrutad como yo lo hice de los apenas cincuenta días que yo lo hice con Inés, por que si algo he aprendido, es que cada minuto que no vives al 101% es tiempo perdido.
En cualquier caso no quiero mensajes lastimeros, mi intención es recordar que durante muy poco tiempo tuve a un ángel a mi lado, y eso, amigos... eso amigos nadie me lo quitará nadie nunca jamás.
Amigos... disfrutad de vuestros seres queridos. Hacedle saber que les queréis, por que... la vida, es sueño.
Inés, mi vida... saluda a Rulos y dile que vas de mi parte.