Yard of blonde girls... Cuando Jeff Buckley regresa a tu vida de repente y vuelves a sentir ese escalofrío.

 

Días complicados, muy liado, mucha tensión. Dos días de auditoria no dejan a nadie indiferente. Vuelta a la oficina y la cabeza a mil. De repente sin saber qué poner en el spotify, recuerdas a alguien que llevas tiempo queriendo descubrir, Inger Lorre. Lo pones, y descubres que una de las canciones de su disco de 1.999 es una composición que hizo junto al añorado Jeff Buckley y que aparecía en su segundo "disco" Sketches for My Sweetheart the Drunk, una retahíla de canciones más o menos inconclusas, y donde aparecía esta pequeña joya. Y hete aquí, que la recuerdas, como cuando te encuentras a un viejo amigo al que hace años que no ves y te vuelves a emocionar como si fuera la primera vez que la escuchaste. Una canción tan sencilla como sentida. Y todo parece volver a tener sentido durante tres minutos...