No hay talento en este país.

Nunca se me han dado bien lo de hacer listas a finales de diciembre para elegir los mejores discos del año y este no fue una excepción. Sin embargo, entre los intentos de poner en orden mental todos esos discos que has ido descubriendo en los últimos meses y, como siempre,  no llegar a nada concreto, me di cuenta de que, oh sorpresa, muchos de esos discos eran de grupos españoles, una cosa tremenda teniendo en cuenta que nunca he seguido demasiado de cerca la escena nacional. Y sin embargo, como digo, de una forma u otra han ido cayendo a mi creative unas cuantas formaciones que me han dejado sin habla.

A falta de post más concretos para cada una de las bandas, aquí va un anticipo de los grupos españoles que en gran medida se han hecho un merecido hueco entre mis americanizados gustos:

Arizona Baby.

Los descubrí en el programa de JF León y me volaron la cabeza. Tres tipos barbudos con pinta de haber salido de una peli de Sergio Leone haciendo un etílico rock acústico en el que predominan la fuerza de la voz, la efectiva simplicidad de las canciones y el slide de la guitarra. Y no son de Chicago, sino de Valladolid. Ojito con el video que hay con los Midnight Travellers.

Maravillosos.

Guadalupe Plata.

Había oído hablar de ellos, suelen venir mucho por aquí, pero nunca “habíamos coincidido”. En el pasado Monkey Week tuve la suerte de ir a verlos, y… apabullante. Para comenzar, este trío de blues pantanoso la primera canción es una especie de mantra bluesero lisérgico con una goma pegada a un barreño como bajo, el guitarra cantante es un jodido diablo a las seis cuerdas, y el batería es una bestia parda. Pocas veces un grupo me ha dejado tan sin habla en directo, juro por Dios, Satanás o Keith Richards que son la puta bomba en directo. Alargan las canciones hasta el límite, entran en una especie de trance hipnótico más propio de un Howlin Wolf sumido en un viaje de ácido.

Demoledores.

The Shooters.

No puedo ser objetivo con esta gente… son una jodida maravilla. Stoner de libro, contundente, sólido, pesado,… pero con canciones muy grandes. A falta de verlos en directo solo puedo hablar maravillas de su disco (“Pedal to the floor”, sí señor!). Sé que es imposible hablar de ellos sin mencionar a Kyuss, pero… eso nunca podrá ser malo!!

El futuro es suyo.

The Soulbreaker Company.

Estos tipos de Vitoria pueden mirar cara a cara a CUALQUIER formación internacional que podáis tener en mente, de hecho, las bandas con las que han compartido escenario tiran de espalda. Sonido 100% 70’s donde se mezclan el hard rock, la psicodelia, el pop, las jam bands… A mí personalmente me parece un cruce entre los Grateful Dead y los Grand Funk Railroad… con Mike Farris de cantante, qué os parece… Escalofriante su último disco publicado, Ítaca, ya me comentaréis qué diablos tienen que envidiarle a nadie.

Imprescindibles.

Maika Makovski.

Una maravilla, una de esas delicias que te encuentras en la vida, una delicatessen de primera. Después de escuchar hablar de ella por todas partes llegó a mis manos su disco hace poco. Y sí, de entrada puede ser áspero y la sombra de Polly Jean sobrevuela los “surcos” del disco, pero… Maika imprime una fuerza descomunal en todas sus canciones, desborda carisma, sentimiento y mucho talento. Ojo, el disco lo ha producido John Parish en New York,… solo lo comento para que os hagáis una idea de la envergadura del sonido del disco. 

Tan alto como ella quiera.