Cuando ni una canción te saca del agujero.

Semana rara esta, sí señor. Unas buenas y tranquilas vacaciones de Semana Santa y vuelta al trabajo. No sé si es por el cambio tan brusco del clima, si es por la situación del trabajo, el dichoso dolor de espalda, las movidas con gente a la que solías llamar amigo, o que aún no te ha tocado el euromillón,... pero se junta todo y andas de ánimo bajo. Hay veces y veces, lo normal es que sea la música la que te saca siempre del atolladero, nunca hay un momento que no haya acompañado con un buen puñado de canciones que te agarran y te trasportan a otro sitio distinto al que te encuentras físicamente, consiguen evadirte de todo. Sí, suena a droga, pero es que la música es mi droga, seguramente le pasa a mucha gente,... o no, pero a mí sí. El problema... es cuando de repente, no hay ninguna canción que te consiga remontar el vuelo. Todas te parecen mediocres, sobadísimas, sin alma,... y, desde luego, eso me ha asustado, ¡nunca me había pasado!

Afortunadamente la vida por norma general te quita y te da, y no tengo queja, al llegar todas las tardes a casa te encuentras a tu fan de Elvis pataleando de alegría al verte llegar, así que... ¿what the hell?Y bueno,... siempre aparece una canción que te anime, qué diablos, si te encuentras con una versión acústica que Blind Melon hicieron algún día como otro cualquiera de esa pequeña gran joya llamada Change... pues parece que la semana mejora!

Buen fin de semana!