Cuando tenga nietos podré presumir que respiré el mismo oxígeno que esta gente, y que mis padres me regalaron el vinilo cuando apenas era un tierno adolescente. Pocas cosas hay más grande que los dos discos de los Travelling Wilburys, y qué triste es saber que faltan dos de ellos. De hecho, en el segundo video, The end of the line, cuando suenan las partes cantadas de Roy Orbison, se enfoca a una mecedora en la que está colocada su vieja guitarra.
Hace un par de años salió una edición remasterizada con los dos discos y algunos temas que no llegaron a entrar en la edición original que, oh sorpresa, son espectaculares igualmente. Hagánse un favor y cómprenla. Se lo presumirán a sus nietos.
Hace un par de años salió una edición remasterizada con los dos discos y algunos temas que no llegaron a entrar en la edición original que, oh sorpresa, son espectaculares igualmente. Hagánse un favor y cómprenla. Se lo presumirán a sus nietos.
8 comentarios:
Con la desaparción de "the Big O" perdieron un poco de su encanto pero tienes muchísima razón: Esto es para contárselo a los nietos.
Saludos
Desde luego, sin Orbison ya no era lo mismo. El segundo disco siendo bueno, no tenía la misma magia del primero. Pero aún así,...
¿Ya estás pensando en contar batallitas a tus nietos? Sé que los años no perdonan, pero tio, ¿no te queda todavía un poco lejos?
Veo que no has perdido el tiempo en esta temporadilla en que no me he pasado por aquí, tendré que ir leyendo lo que tengo atrasado.
No fueron grandes, fueron gigantes.
A mi me encantan los dos pero es cierto que el primero con Orbison tiene se toque...dívino y celestial.
Saludos
Estoy con Rockland ... me encantan los dos. Y, además, el segundo venía con instrucciones para bailar el Wilbury Twist!
Esquimal, es que voy a ser padre en verano y ya a uno se le va la cabeza con esas cosas.
Rockland, lo has clavado, dívino y celestial.
El segundo nunca lo tuve original hasta que me compré la reedición del año pasado, y ahí no venía nada de eso... creo.
Saludos!
Pues felicidades Javi, y... ¡que no te pase nada!
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