No, no repito un post, solo pego la reseña que le hice a este disco en el número de este mes del Freek. Es que esa canción... es una obra maestra como otra cualquiera.
Antes el músico se dedicaba a la composición de las canciones como eje central de su arte. El músico de los 50's, 60's o incluso los 70's, no se exigía componer una canción más o una canción menos. Se trataba de arte, la necesidad kármika de dar a luz melodías, letras,... crear, en definitiva. De vender otros harían el trabajo. Entonces el artista componía dos, tres discos al año, y nunca miraba atrás, ni siquiera adelante. Hoy los artistas necesitan de años para publicar discos, perdidos en retorcidos procesos de perfección y vana meticulosidad. Pensad en el geniecillo de Indiana, quince años para entregar una obra amorfa y vacía. La inmediatez, la sencillez y la espontaneidad se han diluido entre listas de venta, descargas, jodidos politonos y sesudos estudios de mercadotecnia realizados por quienes jamás han colocado una aguja sobre las aristas de un acetato.
Viene esto a que a veces cae en tus manos una obra donde la palabra espontaneidad se queda pequeña y la música por la música prevalece sobre cualquier otro matiz, un disco que fue creado en un único día por Pablo Rodríguez (EvilMrSod) y los tinerfeños Keiko, sin que afectara a la calidez y calidad del resultado. Sonido de raíces, r&r clásico, producción limpia pero sentida, temas que fluyen por sí solos, con una espeluznante "From these cold streets", tema sublime de 14 minutos que se te clava en las entrañas y al que a este rockero de todo a cien consigue emocionar a cada escucha. El tema más puñeteramente bello que he oído en meses.
Antes el músico se dedicaba a la composición de las canciones como eje central de su arte. El músico de los 50's, 60's o incluso los 70's, no se exigía componer una canción más o una canción menos. Se trataba de arte, la necesidad kármika de dar a luz melodías, letras,... crear, en definitiva. De vender otros harían el trabajo. Entonces el artista componía dos, tres discos al año, y nunca miraba atrás, ni siquiera adelante. Hoy los artistas necesitan de años para publicar discos, perdidos en retorcidos procesos de perfección y vana meticulosidad. Pensad en el geniecillo de Indiana, quince años para entregar una obra amorfa y vacía. La inmediatez, la sencillez y la espontaneidad se han diluido entre listas de venta, descargas, jodidos politonos y sesudos estudios de mercadotecnia realizados por quienes jamás han colocado una aguja sobre las aristas de un acetato.
Viene esto a que a veces cae en tus manos una obra donde la palabra espontaneidad se queda pequeña y la música por la música prevalece sobre cualquier otro matiz, un disco que fue creado en un único día por Pablo Rodríguez (EvilMrSod) y los tinerfeños Keiko, sin que afectara a la calidez y calidad del resultado. Sonido de raíces, r&r clásico, producción limpia pero sentida, temas que fluyen por sí solos, con una espeluznante "From these cold streets", tema sublime de 14 minutos que se te clava en las entrañas y al que a este rockero de todo a cien consigue emocionar a cada escucha. El tema más puñeteramente bello que he oído en meses.
Un monumento a la espontaneidad.
2 comentarios:
estare al tanto con esto ,no lo conocia ,gracias por la info de este tema.
saludos
a mandar.
Publicar un comentario